La paralización de las obras del CEIP Ausias March, a causa de la entrada en situación de Concurso de Acreedores (suspensión de pagos) de la empresa constructora encargada de su segunda fase, es un nuevo paso en el el camino ridículo e indignante que desde la Consejería de Educación se emprendió con la creación de este colegio. El centro ha pasado por diversas fases: primero fue un claro incumplimiento porque se inició mucho más tarde de lo prometido, luego se convirtió en un colegio "fantasma" puesto que existía legalmente pero nadie lo conocía (ni algunas de las altas instancias municipales) y funcionaba dentro del colindante CEIP El Greco, después sufrió un nuevo retraso y sus pequeños alumnos de infantil tuvieron que iniciar el curso yendo y viniendo durante el primer mes de clase de un centro en Santa Eugenia... y ahora el riesgo a no empezar en condiciones el curso próximo parece que se va a convertir en una realidad.
El problema no es solo para las familias con hijos en el Ausias, el asunto va a afectar seguramente a alumnado de los colegios El Greco y Los Rosales, y por extensión a toda la comunidad educativa de Villaverde que ve, una vez más, como las administraciones educativas hacen aguas y demuestran que la calidad de la escuela pública les importa bien poco en uno de los distritos con mayores tasas de lo que se conoce, tal vez no muy apropiadamente, como fracaso escolar y en uno de los barrios de la ciudad con mayores tasas de natalidad.
Existe una tendencia a hacer que los colegios construidos recientemente se vayan adaptando año tras año a lo que desde la Consejería llaman "necesidades de escolarización", eso ha implicado que los centros se hayan convertido en un inverosímil puzzle de edificios y fases, algunas de las cuales llegan tarde y cuya construcción incide negativamente en las ya realizadas, el caso es que las familias que confían en los profesionales de la pública acaban desesperándose, también, año tras año porque desconocen con seguridad dónde empezarán el curso sus hijos e hijas.
Detrás de todo esto subyace un asunto mucho más grave: desde la administración educativa madrileña se pone en vilo a los que confían en la pública y se trata de favorecer a la concertada, para mantener la tendencia de aumento de las matriculaciones en estos centros cuyo control, servicio y propuestas educativas quedan en manos de grupos diversos de pensamiento y económicos. Es decir: el trasvase de la pública a la concertada se hace premeditadamente intentando promover un peor servicio desde la pública, generando improvisación y no planificación, generando negocio en vez de buen servicio público de calidad. Esa calidad la rompe la propia administración, y da la sensación de que lo hace intencionadamente. Y en el caso del Ausías no se puede hacer peor.
La FAPA Giner de Los Ríos y la Plataforma en defensa de la educación pública y de calidad de Villaverde, a la que pertenecemos, ya habían adelantado sus dudas sobre el cumplimiento de los plazos de construcción del colegio y la necesidad de construir en la zona un IES público que de cobertura a los estudiantes de ESO y Bachillerato de Los Rosales-Butarque.
Desde nuestra asociación de vecinos apoyamos y apoyaremos a todas las familias afectadas por este nuevo incumplimiento, a las de todos los centros afectados y pensamos que nuestro apoyo debe seguir la línea que marquen las Asociaciones de Madres y Padres, con las que estaremos aportando lo que podamos y en cualquier iniciativa reivindicativa. Es lo que toca para denunciar la improvisación y los incumplimientos, y para canalizar una indignación que ha generado la irresponsable actitud de la Consejería de Educación y de la DAT Madrid Capital.
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